mañana, no cuenta.

el humo del espiritu devastador del veinticinco de diciembre
no ha cambiado mucho para la edad q tiene la Tierra
es otro peor día para el Apu Wayra, para el corazon de la Madre Tierra,
para el oído de un perro a pesar q lleva una vida de perro
despues de todo parece q a nadie le importa lo q va respirar el veintiseis
ni el veinticinco q tendran los hijos el proximo siglo

TUS CARICIAS SE HAN ESTACIONADO A LA ORILLA DE MI SOMBRA
TU SILENCIO SE APROPIO DE MIL INTERROGANTES DE LOS PÁRPADOS A MEDIA NOCHE
LAS PUPILAS CERRADAS NO VEN EL CORAZON O EL TEMOR SE MAQUILLA DE ORGULLO
EL INVIERNO DE NUESTRO SALUDO TRASCIENDE COMO HERIDA FRESCA
EN EL PECHO ROJO.